lunes, 1 de diciembre de 2008

Tres dias como tres semanas




Eso es lo que quiero decir, no podía imaginarme que en tres días se me hiciera el cuerpo y la mente a New Delhi, debe haber alguna razón oculta que me lleva por el buen camino, quizás sea el dejar de preveer el futuro y masticar el presente poco a poco, todavía tengo los últimos coletazos del jetlag aunque me temo que mi parte afectiva es también responsable de mi estado anímico actual.
He tenido la suerte (o el karma) de topar con gente amable y cercana en el primer contacto ya en Delhi.
Roxie y Dimitri, inglesa y griego, el hablaba castellano por haber trabajado allí y tener amigos y el tropiezo accidental, o mejor dicho, el encuentro, fue en el mismo lugar desde el que escribo ahora.
Dos meses de viaje a sus espaldas les daban mas que sobrada experiencia en la India y sus informaciones me han servido de mucho, especialmente para abatir muros de dudas y desconfianzas, en poco mas de 24 horas nos hemos sentido como amigos de toda la vida, compartiendo los mismos problemas pero con distintos nombres y parecidas respuestas, ayer me despedí de el, persona enamorada de su pareja que duda de el, compartiendo experiencias me sentí como un Guru, ja ja , si me reí cuando nos dimos cuenta. Mensahib Potilla Guru.
Después del encuentro en el locutorio nos movimos los tres durante esas escasas horas, la mañana del domingo entera dedicada a buscar ópticas para hacerse unas gafas, recorriendo callejuelas de Paharganj y localizando una tienda atendida por muy simpáticas señoritas, tras unas horas recorriendo diversas ópticas consiguió allí un precio muy bueno.
Me pedía disculpas, a la tarde, por haber empleado mi tiempo en compartir con ellos esta búsqueda, les dije que el agradecimiento se los debía yo por la acogida que me habían hecho a mi, viajero novato en Delhi, por las valiosas informaciones de primera mano que me dieron. Y el destino, o mi karma, o el karma de aquí hizo que el tiempo empleado en recorrer callejuelas buscando gafas acabara revirtiendo sobre mi de nuevo, la rueda de la vida hecha realidad.

Os lo explico.
En la despedida de ayer me tome una cerveza en la terraza de un hotel frente al mercado de frutas de Paharganj, hotel Lord Krisna, se me sube bastante la cerveza y lo hago sobre todo para poder coger el sueño rápido aunque aun ligero, el caso es que mientras me despojaba de la ropa perdí el equilibrio y acabe pisando las gafas. Así que esta mañana, después de intentar reservar un viaje en tren que no ha sido posible, karma, me he ido a la óptica de ayer y por 150 rupias me ponen otro cristal nuevo que recogeré dentro de una hora.
Me acuerdo de la conversación con Dimitri, nos suele pasar que nos adelantamos a los problemas que nos pueden surgir y a veces empezamos a sufrir antes de que haya realmente un problema, incluso puede ocurrir que al final el problema no existe y sin embargo hemos sufrido por eso que nunca existió Moraleja, deja que el problema aparezca antes de sufrir por el, así te ahorras desasosiegos. Y si el problema no aparece....!!!lo has conseguido!!! te lo has pasado bien y has disfrutado del tiempo vivido.
Os hecho de menos pero sin penas. A tod@s.
Salud

2 comentarios:

Unknown dijo...

A que es increible!!
Cuando uno está viajando, y ademas tienes la suerte de estar en India, los problemas, no son tales.
Aplicate el cuento, y cuando vuelvas a Malaga, utiliza la misma optica.
Un besaso, bicharraco!!!
PD:
Ten cuidao con el picante.

Pepe Canela dijo...

el presente es lo que importa y en este me acuerdo de mi amigo viajero.....mensahib porotilla..jiar is yor glassis,....como te lo pasas que buen rollo tio