miércoles, 10 de diciembre de 2008

Dejando atras la llanura




Lisos como piel de bebe, asi estan los neumaticos del coche en el que vamos a emprender el camino, tal es su estado que mientras acomodan la carga en el techo decidimos que la bajada debemos hacerla no muy temprano por si la carretera se humedece mas de la cuenta.
Conforme nos acercamos a las estribaciones de los himalayas desaparece la bruma que nos ha envuelto desde DElhi, el aire se torma mas puro y fresco, a pesar de ello damos cabezadas de cansancio tras dos noches (+1) de dormir poco y/o mal, pero estamos llegando.
Saludar a las gentes con las que nos cruzamos y recibir una amplia sonrisa nos hace flotar, eso y que el conductor no le teme a la carretera, los barrancos que la circundan en cada curva ni a nada, sea sea cual sea esta nada.
Tras una infinidad de curvas a cual mas cerrada y peligrosa, los cruces con otros vehiculos y mas gente, de repente aparece nuestra primera vision de una enorme montaña, el Kangchengjunga, verla en un dia claro como este me supone notar como se me erizan los vellos del cuerpo, dejo atras el cansancio acumulado y lo torno en asombro y gozo.
Juan, en la ventanilla opuesta disfruta como puede de tan angosto espacio, sin embargo veo en su mirada, quizas no el mismo, pero si, tambien gozo de estar alli.
Gorkaland, la tierra de los Gurkas, gente de la montaña, acostumbrada a la vida y condiciones duras, etnias variadas, tibetanos, gentes de Sikkim, nepalies y otras cuyo nombre desconozco, tambien hindis, bengalies, imposible de numerarlas, y como no, guiris como nosotros, aunque no tantos como en otros lugares mas calidos del subcontinente. Llegamos a una buena hora, las 10 de la mañana.
Bajamos del coche y notamos un cambio fundamental con el llano, no te acosan tanto para buscar negocio.
A buscar alojamiento, tiramos para arriba a buscar alguno con buenas vistas, la claridad del aire nos lo pide, acabanos por decidirnos por el hotel Bellevue, en lo alto de Darjeeling, vistas sobre la plaza y los himalayas. No hay palabras.
Decidimos hacer de ese dia un dia para darnos el homenaje, comer y beber bien, no dar un paso mas rapido que el anterior y no hacer ningun plan, solo disfrutar.
A eso nos dedicamos durante el dia 8 de diciembre del 2008, el dia que mis ojos se posaron por primera vez sobre los Himalayas.
Salud

3 comentarios:

Anónimo dijo...

un beso manolo!
qué envidia me das...
paula

Pepe Canela dijo...

mensahib potilla, saluda a mensahib kalaskari, y un abrazo fuerte palordos.......y si tienes un lapiz pudes hacerle unos dibujos a los neumaticos...si te encuentras otros de tal guisa......así te quedas mas tranquilo..jajajajaja..mamaste

Unknown dijo...

Te he enviado correo, con instrucciones; por la crisis bancaria mundial, para aquellos que les ha pillado de viaje. Leelo detenidamente y contesta al cuestionario. Un abrazo tu hermano Guille.