La naturaleza, que bonita palabra, la naturaleza es todo, hasta la parte chunga. Hoy es 12 de mayo (tiempo literario, día real del escritor 20/05) nos despertamos con la cabeza del Machchapuchchre (así se escribe) asomando encima de la selva que nos rodea. Luce el sol y toca decidir donde aposentarnos las próximas semanas, Juan y yo salimos de reconocimiento por el lugar para examinar y regatear con los hosteleros locales, tres horas mas tarde y con la ropa empapada recogemos a Pepe para ir a por el definitivo (ahorro detalles pero hasta 7 horas después no pusimos el huevo) finalmente soltamos los bártulos y hacemos planes.
"paca" dice uno, "paya" dice otro, el tercero "ni paca ni paya"... aun nos falta relajarnos del ultimo trayecto en bus, decido tomarme un tiempo y caminar, por cortesía pregunto si alguien tiene inconveniente en que suba por la mañana temprano al Sarangkot para ver las montañas, nadie se opone, Pepe anda suelto de las tripas y decide descansar a la vera del lago, Juan dice de subir después de comer, quedamos allí arriba por la tarde para ver el amanecer sobre los
Himalayas.
Intento quedarme con las indicaciones de subida que me ofrece Juanito, aunque le escucho parece que no consigo oírle, mas tarde sabréis porque.
A las 6:00 AM salgo del alojamiento con mi mochila y los bastones, al torso una flamante camisa de algodón comprada en Kathmandu, azul cielo a rayas, la tarde anterior me fui a reconocer el comienzo del sendero que sube hasta ese mirador de las montañas al que voy, turístico lugar, es un camino tradicional nepali, sendero empedrado formando escalones, fácil de seguir y de subir sin prisas, a pesar de la hora no tardo en estar empapado, no importa, el sudor refresca y llevo muda seca para cuando llegue arriba.
Recuerdo mentalmente las indicaciones de Juan, "sendero evidente pero antes de entrar al bosque hay que cruzar un arroyo dejándolo a la izquierda y tomar el sendero ascendente". Fácil
Cada poco tiempo me vuelvo a contemplar como el lago va quedando cada vez mas abajo, los campos de cultivo del arroz, la gente llevando en cestos a la espalda y con la cinta sujetada por la frente, niños que van al colegio, faenas domesticas atisbadas a medida que me voy cruzando con las viviendas de estas personas, cada vez mas acostumbradas a la presencia foránea. El sol luce, me brilla la sonrisa, cada vez me acerco mas a la sencilla meta que me propuse, dejarme anonadar por la visión de esa muralla llamada Himalayas.
El camino acaba llevándome al campo de juegos de una aldea, Haredanda, en las faldas de este monte siguen habitando sus personas en sus humildes casas, saludando a los visitantes perdidos que buscan la subida al mirador, "Namaste sir, chocolat, swet, gift, rupi mister" los chavales se hacen eco de esta cantinela en los sitios mas concurridos, aquí saludan, y todos repiten las mismas frases, javuaryu? uereyufrom? juisyuneim? a veces basta una sonrisa.
Atravesando la aldea le pregunto a un anciano con el que me cruzo en el camino y me confirma con la mano la dirección a seguir, veo que se levanta con esfuerzo y la agilidad propia de una persona muy mayor, se me acerca renqueando poco a poco, entre un murmullo de palabras
entiendo rupi y por el gesto de la mano que me pide algo, llevo una moneda de dos rupias en el bolsillo desde hace días con la intención de dársela a alguien, esta es la persona, me lo agradece con un gesto habitual aquí, juntar las manos con el obsequio y tocar la frente con
ellas. Unos metros mas adelante me ofrecen agua viéndome como voy de sudores, declino amablemente tal presente y se me acerca una niña, se presenta como Asa, le digo mi nombre Manolo, Manola repite ella, le corrijo y repite amablemente "Allo Manola", decido cambiar de nombre y me explica por donde se retoma el camino al mirador, no la entiendo, ella sabe mas ingles que yo, viéndome perplejo me toma la mano y me indica que la siga. Un paisano que nos ve pasar me dice, "a good guide", "the best" respondo yo, me acerca a un carril que pasa sobre
la aldea y en un recodo aparece una escalera empedrada, me despido de Asa dándole las gracias y dos chicles de menta que recibe con una sonrisa, Asa se aleja riendo para continuar con sus tareas y saludándome con la mano se despide "bye, bye, Manola", ella es toda naturaleza, una imagen del buen salvaje que retratara Rousseau.
En el camino de subida comienzo a ver las antenas que señalan la cúspide el monte, voy declinando los ofrecimientos de alojamiento, bebida y comida que recibo, estoy buscando lo que Juan me describió como "una casa alargada con 3 o 4 puertas y ventanas adosadas con tono
azul, que regentan dos hermanas poco antes del ultimo repecho", encuentro varias casas que se le parecen y no me decido por ninguna, sigue siendo muy temprano, comencé a subir a las 7 AM y no son ni las 8:30, decido subir con todo hasta lo alto y darle un vistazo al lugar.
Poco antes de llegar arriba hay un alojamiento llamado Panoramic View, nombre creado expresamente para describirlo, en un promontorio de roca que cuelga sobre la vertiente del lago se asoma esta casa, decido preguntar allí por el precio y consigo el mismo que abajo por una
habitación doble, no la mejor pero me basta, quiero obsequiar a Juan por su pasado cumpleaños con estas vistas cuando llegue esta tarde, son mis motivos.
El camino de subida pasa por su soleado mirador, aprovecho para descargarme de la mochila por un rato y secarme al sol, ya estoy casi arriba y el aire enfría la húmeda camisa azul. A pesar de no estar bien visto llevar el torso desnudo decido cambiar la mojada camisa por una seca camiseta en un periquete, pero cuando me despojo de la camisa escucho unas risas a mi lado, el mánager del lugar me comenta algo y señala mi cuerpo, !!estoy de color azul!! parezco un Siddartha reencarnado, riendo me pongo la camiseta y paso al tema del regateo por la habitación. Una mirinda fresquita al sol del mirador contemplando abajo el lago y su valle, la enormidad de Pokhara desde tan alto y el volar de pájaros y humanos que nos sobrevuelan, buitres a la búsqueda de manduca y turistas volando en tándem con las velas de parapente, todos los días se ven lo menos 30 volando.
"Son Buitres" le digo al mánager, el comprende y me dice apuntando a los parapentes con su mano "English buitres", nos reímos de lo lindo, un chiste mu del Palo.
El cielo se cierra al mediodía, suenan truenos, se cubre tanto que no tarda en romper a llover, no 
son aun las 14:30 y Juan decía de subir a las 15:00, me temo que no se viene, a las 18:00 estoy seguro que no vendrá así que me voy pal sobre después de darle un vistazo fugaz al atardecer sobre unas paredes nevadas que apenas me dejan vislumbrar las nubes.
Me despierto a las 4:30 de la madrugada, un luz comienza a manchar el cielo nocturno, esta despejado, me pongo nervioso porque las montañas están a la vuelta de la esquina pero no se si con velo o sin el.
Me visto rápido, no hace frío pero me abrigo por si acaso, bastones, cámara, solo lo necesario, una chica limpia el acceso a su tienda, aprovecho su madrugadora tarea para comprarle agua y sigo mi camino buscando una visión de nieve y roca.
Llego al collado alrededor de las 5, aun no ha salido el sol pero mas oscuras que el cielo del fondo 
se recortan las montañas que he venido a ver, desde occidente el Daulaguiri, Annapurna Sur, (7219m); Annapurna I ( 8091m), Machchapuchchre (6997m), Annapurna III (7555m). Annapurna IV (7525m) y Annapurna II (7937m), tendré que revisar los nombres mas tarde, es el momento de mirar y ver, de saborear el amanecer que poco a poco iluminan las crestas de hielo y nieve, los oscuros cortados de roca, los contrafuertes como fortalezas de cuento, el silencio roto solo por los pájaros que entonan su propio Namaste del despertar. !!que potito!!
Me siento en la pista del helipuerto para contemplar detenidamente como van apareciendo bajo la luz los colores de este espectáculo y me digo para dentro que aun estoy vivo porque soy capaz de maravillarme con lo simple, me acuerdo de todxs vosotrxs, me gustaría que estuvierais allí conmigo, comienza a sonar en mis oídos la musica de pink floyd y os escucho a mi lado.
Estoy frente a las montañas, solo soy un grano de polvo, este planeta es increíble, !!demosle una oportunidad!!
Se que en la península se esta gestando un cambio, aquí también, reguemos la semilla, empapemoslas de sol, seguro que sus frutos serán dulces como el beso de tu amante.
Desde Pokhara con amor.
Manuelo maila ramro lag(k)io (Manuel se siente bien, aprendiendo nepali)
