sábado, 28 de mayo de 2011

Ya estamos en India

Decíamos que nos íbamos de Pokhara y eso hicimos, el día anterior cambiamos la fecha del billete de bus para ir a a frontera porque a ultima hora se confirmaba que el 26 no había huelga y el viernes 27 posiblemente si porque el plazo de la redacción de la constitución acababa el 28, osease, hoy mismo, y como no parecía que se hubiera adelantado mucho pues que había muchas papeletas para que hoy estén de follones en Nepal.

El autobús turístico desde Pokhara duraría como mínimo 7 horas, con los retrasos por la recogida de mas pasajeros y la hora y pico de parada obligada por la lluvia torrencial que desde primera hora del día no ha parado hasta pasado el mediodía, provocando la crecida de un vado de paso obligado por la carretera. Dos colas kilométricas marcaban ese punto, en la parada la sorpresa que veréis en las fotos, los margenes de la carretera eran el paraíso jipi.
Dormimos en Bahirawa, a unos 4 km de la frontera, lugar sin atractivos y nudo de caminos para los nepalies, noche de calor y cortes e luz que se notaban porque al pararse el ventilador del techo era como si te echaran una manta por encima y te arroparan.
Un temprano despertar para el lugar nos hizo asomarnos al balcón del hotel y la visión de las calles vacías a las 8:00 del día nos confirmaba que había huelga. Afortunadamente estábamos a 4 km de la frontera y podíamos llegar incluso a pie.
Desayunamos abundantemente para las expectativas futuras, cruce de frontera y 3 h o mas de bus hasta Gorakhpur, ciudad donde tomábamos el tren que teníamos reservado para la vuelta a Delhi.
El cruce de la frontera fue muy suave, al contrario que el cruce de neuronas que yo tenia al despertar, las hermanas angustias y dolores llamaron a mi puerta y la aporrearon de lo lindo, una charla con Juan hizo que las cosas se acoplaran en su justo espacio y dejaran de dar codazos y empellones.
La entrada a la India se nota en varia cosas, la primera es la acumulación de desperdicios en los margenes, arcenes y en medio de las calles, la segunda es la desaparición de la sonrisa fácil y cálida junto a los saludos alegres, y por ultimo la aglomeración de personas a tu vera cuando paras, en la india es un resorte, te paras y tienes a cinco hablándote a la vez para ver si pescan algo.
Nuestro tren sale a las 16:35 y estamos haciendo tiempo escribiendo para ir a la estación a esperar el menor tiempo posible, no he podido contar todo lo sucedido en Nepal por falta de oportunidades de conexión, así que esta vez haré un esfuerzo por completarlo en casa y colgar las fotos que traemos del periplo.


También quiero aprovechar la escala en Madrid para dar una vuelta por la Puerta del Sol para imaginarme lo que me ha pillado fuera y de paso poder felicitar algunas esas personas anónimas que han llenado las plazas estos días pasados.
Parece que la nube de cenizas ha cesado, eso hace menor la incertidumbre respecto a la vuelta, cada viaje es distinto al anterior y este no se ha saltado esta simple regla, hemos tenido agua y calor, mosquitos, arañas y sanguijuelas, comidas ricas y comida a secas, viajes en bus, coche, risksow y a pie, hemos conocido nueva gente, entre ellas a personas humildes maravillosas y para cumplir con el refrán también gente apática y borde, menos mal que han sido las que menos, hemos aprendido un poco mas sobre este mundo y sus gentes.
Gracias a las personas que han seguido este blog esperando que lo sigan leyendo cuando lo complete, vuestras aportaciones en un viaje así son como una ventana a las personas cercanas y consiguen hacer este mundo mas pequeño aun, tan lejos y tan cerca, eso consiguen vuestros comentarios y mensajes, un fuerte abrazo que espero hacer realidad física en breve.
Juan y Manuel, viajeros de Al-Andalus.

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