Nepal esta lleno de animales salvajes

Algún avispado lector de este cuaderno de bitácora habrá notado que hago referencia a animales de vez en cuando, por aquí abundan de todos los tipos.

Los que mas vas a ver si vienes por estas tierras (y aguas) son por este orden: rinocerontes, venaos, cabras, onix, elefantes, tigres y yaks; es la manera mas fácil de reconocer el valor de los billetes de curso legal, si te dejas guiar por los colores es fácil confundirte alguna que otra vez porque del prolongado uso adquieren una coloración uniformemente parda poco practica para tal menester (salvo que tengas la fortuna de pillar un billete casi nuevo de los pocos que circulan)
también se reconocen por el diferente tamaño, mayor cuanto mayor es el valor, pero cuando tienes que manejar un fajo grande se te hace eterno seleccionar los billetes.

Sin dudarlo elegí el camino de la vida salvaje para manejarme con la moneda, yak de 5 NPR (Nepalee Rupee) el onix de 10, el venao de 20, la
cabra montesa de 50, el rinoceronte de 100, el tigre de 500 y el paquidermo de 1000 (dividiendo por 10 os sale en euro), aquí acaba la parrafada practica. 11 de mayo, Kathmandu. Nos levantamos temprano, a la usanza local,
temperatura: 27ºC, humedad: 95%, índice de sudoración entre-axilas: pringoso atigrado, aquí aunque te duches mil veces no dejas de sudar
salvo que te quedes inmóvil sin pensar, basta acordarte para que te corra el sudor mas quel ben jhonson.
Cargados con nuestras escasas (aunque abultadas) pertenencias nos dirigimos a la vera de un parque, que es desde donde salen los buses turísticos hacia Pokhara, hemos decidido elegir uno turístico para mayor comodidad, es un trayecto de 7 horas al menos, se tienen 10 cm mas de espacio para las piernas y otros 5 mas de grosor en la gomaespuma de los asientos, los baches son los mismos.
Los bultos esta vez al maletero, empujados sin piedad por los diligentes mozos para petarlo hasta el tope, el mejor estreno para mi flamante ByTheFace.
Salimos 15 minutos después de la hora marcada, teniendo en cuenta la tesitura local, un horario impecable, como llegamos sin billete nos tocaron los asientos de sobra, la fila del fondo y junto al conductor.
Juan solo cabe en el asiento central de la fila del fondo, yo soy mas flexible, no por agilidad sino por tamaño, así que me incrusto en el asiento de ventanilla y dejamos libre el del medio pa quien se atreva, Pepe se ha colocado junto al conductor, asiento sin respaldo y yendo de lado, o sea, de frente al conductor y por tu izquierda ves acercarse sin temor a todo tipo de engendro mecánico que, a bocinazos, pide paso por las estrechas carreteras nepalies, compartidas por todo animal, persona o cosa que sea capaz de moverse.
Oh madni padme hum!! los budistas mas fervorosos se preparan para lasiguiente reencarnación cada comienzo de viaje en bus. Yo me acuerdo de Perico y sus consejos.
Carretera Prithivi Rajmarga, une la capital con el valle de Pokhara, nudo de comunicaciones o nudo a secas, depende de las huelgas previstas, nosotros hemos elegido día de huelga sin saberlo, por fortuna vamos en bus turístico y comprendemos porque van tantos Nepalíes de turistas, cuando empiezan a surgir piquetes en cada pueblo para cortar el trafico, los transportes turísticos se alían y forman caravana de la paz, delante un minibus con el de mejor palique, se encarga de negociar con los piquetes el cruce del pueblo para continuar camino sin romper la huelga, me da cosa, pero la mayoría de
la gente ahora vive directamente o no del turismo y acabamos pasando, un retraso mínimo en cada pueblo y creo recordar que fueron al menos 9 piquetes. La huelga es por el proceso constitucional, se esta redactando el texto de la constitución y los políticos van con retraso, la gente quiere resultados y les aprietan a los políticos, en to los laos cuecen jabas. Me gusta el olor de las jabas bien cocidas, !! hasta aquí me llega el de las de allí también !!
Como íbamos diciendo, el camino hacia nuestra etapa iba menguando, el sol se iba velando y nosotros seguíamos sudando, son las 14:30 hemos llegado a Pokhara después de 8 horas y pico de bus. Cójete los bártulos, cárgalos a la espalda y a caminar, huelga de taxis y colectivos, lo propio, menos mal que este sitio es bastante llano.
Compra agua por aquí, mira cambio por allá, camina, para, camina mas, una gota, camina, mira parriba, mas gotas, "parece que va a llov..."
trueno, chaparrón, diluvio, "corre que ..." empapao, chiringo, "aquí mismo", sentada, refresco y a ver como se descarga el cielo en el
valle de Pokhara.
Dos horas después sigue lloviendo, nuestra meta es una guest house que conoce Juan pero aun queda camino para llegar, miro la calle, escampa
pero no mucho rato, las golondrinas juegan a cazar polillas mareadas de tanta lluvia a ras del suelo, rompe de nuevo la lluvia sobre las chapas de los tejados, corren los turistas bajo paraguas minúsculos intentando sin éxito no empaparse, los nepalies pasan del agua, siguen sonriendo con el pelo mojado y la lluvia por segundo traje, nos ofrecen una habitación allí mismo y aceptamos tras un besuguero debate sobre si la lluvia moja y de que forma (los detalles son pa nosotros)
Al despertar asomo las narices a la ventana de la habitación doble con baño numero 205 (se acabo la racha) y me froto los ojos, después las gafas, y mis neuronas comprenden de repente que lo que asoma por encima del verde horizonte de las colinas circundantes es el Machapuchare, seis mil metros que se asoman por encima del muro verde de la selva, saludándome, ¡¡Namaste Guru Manolo!!
Estamos en el país de las montañas.
(creedme cuando os digo que se me ponen los vellos de punta escribiéndoos estas palabras, un abrazo a todxs)