Un paseo por la noche y otro a la mañana siguiente

Después de conectarme ayer a internet y de cenar me fui a dar una vuelta por el barrio.

Me encontré con una orquesta en la calle, todos engalanados, la Shiv Mohan-Band Karol Bagh, esto 1963 (fundada en 1963, tiene tanta edad como yo, otra casualidad), tenian una marcha muy buena, temática indostana, pero muy rumbosos.

Alrededor de la banda turistas y cámaras y como no pilluelos buscándose la vida buscando como hacerse con lo ajeno, sera que ya tengo algún tercer ojo trasero pero tenia una extraña sensación mientras pululaba por allá, la táctica de no parar mucho tiempo es la mejor para que no te abran los bolsillos, al llegar esa noche al hotel tenia un bolsillo trasero con la cremallera abierta, afortunadamente no llevaba mas que un bloc de notas que no tuvieron tiempo de afanarme, nada importante, hoy he salido con imperdibles asegurando las cremalleras. Los chavales que salen en la foto de la orquesta en primer plano son los gamberrillos.

Antes de eso estuve cenando en la terraza donde suelo desayunar, al llegar vi a un tipo pintando y me acerque a husmear, hacia un dibujo a tinta en un libro y le pedí que si podía ver el resto, una colección de dibujos, colages y combinaciones que el llamaba "sus apuntes".

Hablaba español de México, donde había estado viviendo mucho tiempo y el nombre le venia de allí, le llamaban Carlitos los mexicanos y se quedo con el nombre. Artista polifacético con pagina propia, juzgad vosotros " http://carlitodalceggio.com/ " , me recuerda al arte primitivo que tanto me me gusta.
Esta mañana volví a desayunar a la misma terraza, lugar de encuentro, he llegado bastante tarde pues hoy he dormido del tirón gracias a unos tapones de oído que me traje, !!!alabada sea mi previsión!!!, pues nada hay mas ruidoso que Nueva Delhi, a la noche había decidido que hoy no me iría de "turismo" pues la vuelta de ayer no fue precisamente barata para el nivel de vida de aquí, 18 euros entre trasportes y entradas, sigue siendo barato para nosotros pero después me dí cuenta de lo feliz que había hecho a mister Rabi Kubak. Me dije de tomarme un día tranquilo e ir a alguna zona de jardines a leer el libro que me traje, Siddharta, del conocido Sr. Hesse.
Al ser tarde casi no había nadie cuando llegue y cuando estaba por irme apareció una chica que hizo las mismas fotos que yo de unos pájaros rapaces, parecidos a los milanos, que abundan aquí, comen palomas, ardillas y ratas si se dejan.

Le pregunte si conocía el Jainist Bird's hospital en mi andalusinglish y me dijo que hoy quería ir por allí así que me apunte.
Se llama Jade aunque me costo comprenderlo hasta que me lo escribió, es de Tasmania y llevaba dos días sin dormir por causa de un viaje en bus, a pesar de todo no quería dormir hasta la noche para poder tomar de nuevo el pulso a los horarios.
Propuso ir en metro, es la primera vez que me acerco al subway y la verdad que impresiona por lo nuevo (apenas unos años) y lo tecnológico, funciona con fichas como los forfaits de sierra nevada, los pasas por un lector y te abre las puertas, mejor que no se te pierdan porque para salir tienes que introducirlas en unas ranuras al efecto en la salida, por lo que si la extravías tienes que responder muchas preguntas y cualquiera sabe.
Nos encontramos con muchos controles de seguridad armados en todas las estaciones, tanto de metro como de tren, al parecer los que apresaron vivos en Mumbay dijeron que había planteamientos de acciones en Delhi, estaciones y aeropuertos, así que la cosa anda un poco revuelta por aquí.
En los controles te tienes que meter en un arco detector, después te cachean y al final tienes que abrir todas las bolsas y bolsillos grandes para que miren dentro, como llevo un chaleco de fotógrafo con muchos bolsillos parece que voy con el cuerpo forrado y solo cuando me oyen hablar y les voy comentando lo que llevo sonríen, lo mas sospechoso que llevo es un diccionario porque abulta y es solido, después la riñonera que es tamaño grande, me gusta verlos sonreír tranquilos cuando tras tocarla les muestro una bolsa con mandarinas y plátanos, los plátanos los han aplastado, creo que lo han confundido con algo plástico no comestible y peligroso, las bananas quedaron incomestibles. En total hoy he pasado 9 controles, tres en cada estación y otros 3 en la entrada a la Fortaleza Roja Mongola.
Allá que nos fuimos por 10 rupias cada uno que es lo que cuesta el metro, nuestra intención era ir al hospital jainista de aves pero cuando llegamos ya era tarde, la entrada es libre solo desde las 9:00 hasta las 12:00, si mañana no remoloneo iré allí otra vez, ya conozco el camino.
Ya que enfrente esta la dichosa fortaleza nos fuimos para allá por aprovechar el viaje, no era mi intención hacer de turista pero no le cierro la puerta a las oportunidades de conocer, tanto personas como lugares, otras 250 rupias para turistas, (consejo: no lleves mochila en estos días, todas son sospechosas y los de seguridad llevan fusiles), después del tercer control de acceso (mismo procedimiento en todos) impresiona ver una ametralladora pesada tras sacos terreros apuntándote desde el interior. Los acontecimientos recientes no permiten otra actitud a los indios sobre todo en las zonas turísticas que es una buena fuente de ingresos, por eso no quería seguir haciendo "turismo".

Dentro del recinto te puedes relajar, un ambiente muy familiar, sin apenas mas ruido que el de los pájaros y algún que otro altavoz, de fondo el murmullo del intenso trafico de personas del otro lado de los muros. Las parejas de hindúes se te acercan para poder salir contigo en las fotos que haces, a veces te lo piden como un favor, creo que en su visión del mundo creen que si salen en las fotos que tu te llevas también ellos viajan contigo, en esta vida o en otras de sus reencarnaciones, esa suerte que tienen.
Aparte de impresionantes y maravillosos trabajos de marquetería en piedras (si engarzados en mármol aun se ven los restos que los siglos de saqueo, especialmente ingles, han dejado sobre los muros de las estancias intimas del palacio) al parecer estuvieron una vez decorados las paredes con gemas y joyas y metales preciosos, lujos que solo se pueden permitir los poderosos como lo fueron los mongoles aquí Luego vinieron los otros poderosos a saquearlo.

Para descansar a la mitad de la visita, buscamos una sombra en los jardines para sentarnos, como en Qubt Minar, los jardines estaban repletos de ardillas en los arboles y cercanías, por encima de ellas estaban las rapaces buscando despistadas para darse el gusto, le comente a Jade que si te quedas quieto se te acercan porque la gente las tiene acostumbradas a comer de la mano, así que saque mi sempiterna torta de algarrobo y les ofrecí unos fragmentos a los animalillos.

Primero esparciéndolo en las cercanías para que su olor las atrajera, después me puse a sisear como vi hacer a un hindú, si te quedas sentado y quieto acaban por venir a tu mano a comer, un bonito descanto en el calor del día en Nueva Delhi.

A la salida nos fuimos a visitar la mayor mezquita de la india, Jama Masjid, en pleno barrio musulmán, era ya cercana la hora de los rezos así que fue una corta visita y solo ocular, sabiendo como se que no son amantes de las imágenes artificiales preferí no usarla, aparte te cobran 200 rupias por ello, le aconseje a Jade que hiciera lo mismo.
Volvimos andando por el zoco, vimos una celebración de boda, mucha miseria y felicidad unidas, india país de contrastes extremos siempre asombrosa. En el metro nuevo pase de controles, esta vez además en hora punta, muchísima gente, colas para las fichas para los controles para los registros, menos mal que el viaje luego es rápido Esta vez bajamos en la salida de la estación de trenes solo que al otro lado de la fachada por lo que hay que atravesar la estación entera, muchísimos andenes y un olor a humo eléctrico (!), nada mas salir las sirenas de los bomberos y un pequeño susto, Jade preocupada pregunta si hubo atentado, el taxista, señor mayor la tranquiliza pues solo es un accidente de una locomotora que ha salido ardiendo. Ella se puso nerviosa porque ha estado en la india cuando los sucesos de Mombay y se temió lo peor, además yo sabia por Juanito que había sospechas de amenaza en Delhi, al final solo humo, hemos salido directos a Main Bazar y nos hemos ido a la terraza donde nos topamos esta mañana, la rueda de la vida de nuevo, nos hemos encontrado con Caro y su compañero (lo siento compa, he vuelto a olvidar tu nombre), hemos cenado, me han llamado valiente por comer comida no occidental, primero marcho Jade, necesitaba dormir como respirar, después la pareja argentina, les esperaba un viaje en bus épico al Rajastan y finalmente acabe de nuevo sin compañía, aunque no solo.
Os quiero, aunque haya gente a la que aprecio y no lo sepa ver.
Salud.