sábado, 29 de noviembre de 2008

Segunda parte de la primera parte, (!)



Bueno tras la primera entrada que he enviado por correo-e, con ciertos problemillas, esta segunda parte la pongo desde otro lado.
Queria agradecer la despedida de las nuevas personas que estoy comenzando a llamar Amigos, me hicieron una despedida entran~able viniendo a cenar a casa, estuve mas pendiente de darles de comer y beber durante el principio de la noche, despues de terminar con la cocina me senti arropado y aunque pareciera distante estaba muy cerca vuestro, me pongo sentimental ahora que estoya a tantos miles de kilometros.
No me dejo decirlo pero fue Fabiola la persona que se encargo de casi todo mientras trataba de poner algo de orden en mi craneo. Ya me dara la bronca por haberlo dicho, me aprovecho de la distancia.
El titulo de esta entrada es como una pelicula de los hermanos Marx, asi es la conduccion en esta caotica y enorme ciudad, puedo decir sin lugar a dudas que en Nueva Delhi se puede viajar en el tempo, o sea, montar en un tempo que es como un motocarro de los de antan~o, y es toda una esperiencia temporal. No sabes cuanto tiempo vas a durar en esta vida, de repente se cruzan unos con otros, a contramano, de frente hasta el ultimo metro y el constante sonar de los claxones, nunca se sabe que va a pasar pues salen de todas las direcciones a la vez. Negociar con los Tempo-conductores es toda una proeza, nunca sabes que has acordado entre el espanglish y el indinglish, yo sen~alo dedos, el menea la cabeza diciendo el si indostani, despues son diez rupias mas siempre, de nada sirve enfadarse por menos de 15 centimos de euro.
la ultima foto que mando es la primera que hice en la india (mejor dicho el espacio aereo indio) un aura de amanecer sobre lo que es el Himalaya a 300 km.
Salud

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